Además de ser una ciudad con playa, Piriápolis es famosa por su fundador, Francisco Piria, empresario y alquimista. Por esta razón, visitar el Castillo de Piria, la mansión donde vivió, tiene un atractivo arquitectónico pero también energético, para quien busque este tipo de experiencia.
Con el frío de un invierno recién estrenado, decidí visitar el famoso Castillo de Piria. Como no manejo, consulté en el hotel donde me alojé cómo llegar en ómnibus. Es sencillo, pero hay que estar bien atento a los horarios. Así fue mi recorrido.
Omnibus al Castillo de Piria: precio y horarios
Piriápolis es una ciudad chica y los colectivos no tienen número. Para tomar el que pasa por el Castillo de Piria fui al Hotel Colón. En esta esquina, pasa a las “y 25“. Uno por hora, desde bien temprano hasta la noche. Para del lado donde están los árboles:


El ómnibus indica en el frente “Piriápolis – Pan de Azúcar”, destino final del recorrido. El precio del boleto es de 38 pesos uruguayos (aproximadamente 1 dólar).
Tomé el bus a las 10.30, apenas unos minutos después de lo prometido. Siempre que tomo un micro hacia un destino que no conozco, le pregunto al chofer si va hasta ese lugar. Me prometió que me avisaría donde bajarme y así fue. Incluso una señora muy amable también me dijo que la siguiente parada era la del Castillo de Piria. El viaje dura unos 20 minutos.
Ahí, en medio de la nada y sin más que ruta alrededor, está el ingreso al Castillo de Piria. No se abona entrada ni hay guía.




En la entrada, el cartel indica que está abierto de 9 a 17 hs. Desconozco si el horario de cierre se extiende en verano. El parche en el cartel me hace sospechar que sí 🙂
El recorrido tiene dos niveles: planta baja y primer piso. Se puede ver un poco de la historia del Castillo de Piria, terminado de construir en 1897, y algunos elementos típicos de la época. Recovecos, habitaciones, escaleras angostas… un verdadero viaje en el tiempo. En el primer piso, están los salones principales en buen estado de conservación.




Hay un segundo piso al que se puede acceder por una escalera MUY empinada… ¡que impresiona bastante! Por esta escalera se accede a un mirador cerrado que no permite salir al exterior, así que bajé tan rápido como subí 😛 Allí pude ver que en algún momento hubo otra escalera más que da al techo, pero está clausurada.
La visita me llevó unos 40 minutos, pero esto puede variar dependiendo de la cantidad de gente y el tiempo que le quieras dedicar.
Volver a Piriápolis
Acá es cuando tenés que tener varias cosas en cuenta. Primero: el ómnibus de regreso pasa a las “y 55″. Uno por hora, aunque en mi caso se atrasó. Eso significa que tal vez tengas que estar un buen rato esperando en la ruta. No hay parada: se detiene justo delante del castillo, en frente de donde te bajaste. Esto también significa que es un lugar descampado: ojo con los días de mucho calor o lluvia.
Tomé el ómnibus de regreso a las 12.15. Aclaro los horarios porque es bueno saberlo para calcular. Entre que salí del castillo y tomé el bus, estuve 50 minutos esperando, en parte por el retraso y porque no sabía bien los horarios.
Fijate que en los pasajes indica la hora a la que los tomé y, arriba, el horario del servicio:


Cuando volvía, vi que un par de paradas más adelante hay, efectivamente, paradas. Cemento, techito, protección. Tenelo en cuenta si vas un día de lluvia o calor. 20 minutos más tarde, estaba de regreso en el centro de Piriápolis.
Encontrá alojamiento para tu viaje:
Hoteles en Piriápolis
Hoteles en Punta del Este
Ale Saras
¡Hola! Soy Ale Saras: redactora, diseñadora audiovisual, cinéfila, viajera y millera. Vivo en Argentina y me dedico a crear contenido para diversos medios de Hispanoamérica. En 2017 lancé este blog para compartir información de un tema que me fascina: ¡viajar! Así nació Viajes con Millas, un sitio con relatos de viajes y consejos prácticos para sumar millas y ahorrar.
Muchas gracias por la información! Nos fue realmente útil. Muy completo y bien explicado.